PROPUESTA SALESIANA DEL DEPORTE

“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos corren,
pero uno solo alcanza la meta?
Corred pues de modo que lo alcancéis” (1 Cor 9,24-25).

PROPUESTA SALESIANA DEL DEPORTE

PRESENTACIÓN

Son múltiples y variadas las ofertas que hacemos a los niños y jóvenes en nuestro trabajo educativo-pastoral: clases, grupos, convivencias, excursiones, campamentos… pero queremos tener siempre presente el amplio mundo del deporte, un foro en el que se mueven tantos niños y jóvenes de forma connatural. Dispuestos siempre a dar el primer paso y a hacer propuestas a los jóvenes, en el ámbito del deporte son tantas veces ellos quienes toman la iniciativa. Es todo un reto educativo y pastoral al que responder.

Una mirada al entorno de nuestros patios, campos de deporte y polideportivos nos muestra un gran número de niños y jóvenes que practican el deporte, que en torno a él forman grupo y se reúnen regularmente por esta realidad que los convoca y atrae, en lo que ponen un gran empeño y se sienten responsables del compromiso adquirido consigo mismos y con los demás miembros de su equipo. La ayuda que ofrece un animador deportivo que los enseña a caminar hacia una meta y unos objetivos, a través del diálogo fluido y compartiendo con ellos inquietudes y sentimientos es una verdadera oferta educativa y pastoral para la vida de los jóvenes.

El deporte es educativo, en la variedad de nuestras obras y presencias, cuando se halla enmarcado en el Proyecto Educativo-Pastoral del Centro, con unos fines claros y concretos, una estructura definida, más allá de toda improvisación y animado por personas concretas serias, responsables y portadoras de valores. Estos elementos pueden sin duda validar este medio educativo integral que es el deporte con su rico abanico de posibilidades.

Pero el deporte es también una estupenda plataforma de acción pastoral. Hay una serie de elementos que hacen del deporte un lugar de propuesta evangélica y pastoral en clave salesiana para los niños y jóvenes como su amplia capacidad de convocatoria y formación de grupo; el desarrollo de valores como el esfuerzo, la solidaridad, la disciplina, el altruismo, la preocupación por el trabajo de los demás; y, la posibilidad de compartir experiencias y modelos de identificación, con gran sentido de confianza y apertura a los miembros del equipo y animadores deportivos.

La sensibilidad hacia esta realidad del deporte tan querido para los jóvenes llevó a buscar dar una respuesta educativa con la Propuesta Educativo-Pastoral del Deporte Salesiano (1996). Transcurridos diez años de trabajo, reflexión e intercambio sobre nuestra labor de animación deportiva entre Salesianos, Hijas de María Auxiliadora y animadores deportivos ve la luz esta Propuesta Salesiana del Deporte. Quiere contribuir eficazmente a este esfuerzo educativo-evangelizador de los jóvenes en este campo privilegiado en que tan a gusto se encuentran.

El campo está preparado, hay que jugar la Propuesta Salesiana del Deporte, los frutos no se harán esperar. Amemos lo que ellos aman y ellos amarán lo que amamos nosotros. Don Bosco nos lo asegura y nuestra experiencia lo confirma. Cristo Vivo y María Auxiliadora bendigan a cuantos han hecho posible esta Propuesta Salesiana del Deporte e inspiren caminos de educación y evangelio en el deporte a cuantos, llevándola a cabo, darán respuestas vivas y eficaces a las inquietudes de los jóvenes a través del deporte educativo.

Delegación/Coordinadora Nacional Salesiana de Pastoral Juvenil
Madrid, 9 de marzo de 2006.

INTRODUCCIÓN

En este documento presentamos los elementos básico de una Propuesta Salesiana en el Deporte. El deporte es una realidad cada vez más importante en la sociedad actual. Ha llegado a convertirse en un fenómeno de masas y tiene una incidencia notable en la cultura juvenil y por tanto en el proceso formativo de los jóvenes.

En las primeras páginas de esta Propuesta intentaremos mostrar con unas pinceladas la importancia del deporte como fenómeno social en la actualidad, y por consiguiente, su influencia en el campo educativo.

Partiendo de la praxis salesiana, enraizada en la intuición de Juan Bosco, que ve ya en la práctica lúdica y deportiva una intención preventiva, y continuada más tarde por la experiencia educativa de María Mazzarello, abordaremos los criterios imprescindibles para que el deporte sea a la vez educativo y salesiano.

El “ser” y el “saber hacer” del animador deportivo, junto a la organización adecuada y el obligado marco de referencia de una comunidad educativo – pastoral en cualquiera de los ambientes en que se desarrolle cerrarán las páginas de esta propuesta.

La Propuesta va dirigida a todas las personas implicadas en actividades deportivas de los ambientes salesianos –responsables, animadores deportivos, educadores-. Pretende ser un instrumento que despierte la ilusión y la creatividad en la actividad deportiva de las obras salesianas y estimule a una siempre renovada elaboración de los distintos proyectos y programaciones inspectoriales y locales, con objetivos y líneas de acción adaptadas a la realidad de los destinatarios y a sus necesidades educativo-pastorales.

I. EL DEPORTE EN LA SOCIEDAD ACTUAL

Protagonismo del deporte en la sociedad actual

A lo largo de la Historia, el deporte ha ido ocupando paulatinamente un papel cada vez más relevante. Hoy por hoy se ha convertido en uno de los fenómenos sociales más sobresalientes de Europa durante el siglo XXI. Asimismo, el deporte representa uno de los tejidos sociales mejor estructurados de la sociedad civil europea.

El deporte ha pasado de ser una actividad de ocio practicada por la mayoría de los ciudadanos a convertirse en un fenómeno económico y social de gran importancia no solo en Europa, sino en todo el mundo.

Valores de la práctica deportiva

El deporte, en cuanto portador de importantes valores, constituye un instrumento privilegiado de cualquier política educativa. Entre estos valores destacamos:

1. El valor agonístico o competitivo: es lo que le confiere la intencióncompetitiva. Posibilita al deportista entrar en relación con otros, medir y comparar sus fuerzas, aceptar las propias limitaciones y estimular la propia superación. La sana competitividad prepara a los jóvenes deportistas para integrarse en la sociedad, utilizando siempre la legalidad y el juego limpio.

2. El valor lúdico: es el que permite a quien lo practica pasarlo bien de forma más o menos organizada. Representa el contrapunto, el equilibrio necesario para contrarrestar esa intención competitiva. Sin él, toda actividad deportiva perdería su sentido. Lo lúdico añade además la voluntariedad en la participación. Identifica al individuo con este tipo de práctica además de afiliarlo a ella.

3. El valor hedonístico: es el móvil de gran parte de los actos humanos, centrándolos en aquellos que se realizan sin otro motivo que el gusto, o el placer de hacerlos.

4. El valor educativo: es el que permite a través del deporte entrenarse para la vida, Extrae de ella una serie de aprendizajes que ayudarán a los deportistas a ser más humanos, eficaces y felices.

5. El valor asociativo: es el que introduce al deportista en el trabajo en equipo, le ayuda a descubrir la necesidad de los otros y su aportación al grupo.

Primacía del valor competitivo

De los mencionados, hoy día nuestra sociedad ensalza el valor agonístico, orientado principalmente hacia una práctica competitiva. Este valor llevado aL extremo hace que la victoria esté por encima de todo, por encima de las normas y el respeto al reglamento, por encima de los límites humanos, recurriendo en muchas ocasiones a ayudas externas y poniendo en situación extrema la salud del deportista. La competición se entiende como un fin en sí misma, no como un medio para la educación del niño o del joven.

Esta orientación convierte al deporte en una práctica elitista, en la cual sólo unos pocos valen y llegan a los rendimientos esperados y necesarios, favoreciendo la estimulación temprana, y eliminando fases en la formación integral del deportista. Se realiza una auténtica selección, en la cual no todos tienen las mismas posibilidades.

Espectáculo de masas

El deporte de competición está considerado como un auténtico espectáculo de masas. Este deporte-espectáculo hace de quien lo observa, un sujeto pasivo, dejándose influenciar, a menudo, por sus aspectos más negativos.

Por otro lado, los grandes medios de comunicación social han contribuido a la difusión del deporte a todas horas, y esto ha convertido a los deportistas con éxito en modelos que imitar por parte de los jóvenes, con unas influencias poco educativas en su proyecto de vida.

Tampoco ha podido escapar el deporte del fenómeno del mercantilismo. Los hábitos de consumo en torno a la práctica deportiva se han multiplicado de manera exagerada en los últimos tiempos, haciendo del factor económico uno de sus principales motores.

Ocupación adecuada del tiempo libre

La cultura actual busca hacer frente a una ocupación negativa del Tiempo Libre. A medida que se amplían los tiempos de ocio, se siente la necesidad de encauzarlos adecuadamente para que se conviertan en tiempo de crecimiento positivo.

Es cierto que hay signos del interés de las instituciones por potenciar campañas deportivas de “deporte para todos”. Se Intenta con ello evitar la especialización temprana de la práctica deportiva, despertar el interés por la actividad física en la población y contrarrestar los riesgos de una vida sedentaria y de aislamiento social derivados de la creciente utilización de las nuevas tecnologías. Ese esfuerzo, en cambio, no siempre va acompañado de una preocupación por la calidad educativa de los gestores y entrenadores de dichas campañas.

El deporte para las poblaciones con riesgo de exclusión social

Para las poblaciones de riesgo social, el deporte está considerado como un canal de prevención, socialización e inclusión social. Lo más importante para ello es que los educadores y entrenadores sigan las pautas de un amplio programa de colaboración, en el que participen diversas fuerzas y en el que el deporte sea un medio más, nunca un fin.

El deporte en el ámbito académico escolar

La UNESCO ha subrayado en diferentes ocasiones en sus documentos la necesidad de asociar la actividad deportiva a los programas educativos, en la medida en que esta actividad contribuye a la formación integral del ciudadano, tanto por lo que se refiere a su desarrollo físico como al desarrollo de los hábitos sociales.

En este sentido es destacable la importancia que tiene hoy día el deporte que se imparte en las escuelas, si nos fijamos en los Diseños Curriculares de las asignaturas de Educación Física.

II. EL DEPORTE Y EL JUEGO EN LA PRAXIS SALESIANA

El patio, el juego, tienen una importancia capital en la tradición salesiana. Don Bosco desarrolló una intuición educativa que pretendía dar respuesta a la totalidad de las necesidades de los jóvenes. Él mismo jugaba con ellos en el patio. En Las Memorias del Oratorio se lee: “Me hice con cuantos juegos pude: potro, columpios, pértigas, todos los aparatos de gimnasia…”. Incluso en el reglamento del Oratorio aparece un capítulo titulado “los encargados de los juegos”.

El juego marcaba el calendario festivo de la vida oratoriana. Desde esta intuición, hizo del patio y del juego un lugar de encuentro cercano y espontáneo, apto para las relaciones personales y de amistad, y por ello, un espacio significativo para el acompañamiento y desarrollo personal.

Todo ello hace que el deporte sea actualmente parte importante dentro de la oferta educativo – pastoral salesiana. Necesita, para su adecuado desarrollo, de una cuidada articulación de objetivos, medios, recursos humanos y materiales.

III. CARACTERÍSTICAS DEL DEPORTE EDUCATIVO SALESIANO

El deporte, para que sea salesiano, debe compartir los criterios y valores propios del carisma. Tenemos, pues, un deporte con las siguientes características:

Popular, alejado del elitismo

• Que se convierte en servicio social al que todos tienen derecho y posibilidad de acceder.
• Un deporte no elitista, concebido como actividad para todos, con independencia de las posibilidades económicas y de las cualidades físicas del que lo practica.

Una adecuada conciencia de deporte educativo debe ser capaz de ofrecer filtros críticos a los jóvenes deportistas para que aprendan a valorar adecuadamente el deporte convertido en fenómeno de masas, y a los líderes deportivos que genera.

Humanizador

Que desarrolla su potencial para hacer personas, para educar, para ayudar al joven a conseguir mayor calidad de vida.

El deporte salesiano:
• Ubica el deporte en el lugar que le corresponde, dentro de la jerarquía de valores (estudios, familia, amigos…) que debe orientar la vida de niños y jóvenes.
• Considera el deporte como medio para educar y desarrollar armónicamente aspectos del crecimiento físico, mental, ético y religioso, y no como un fin en si mismo.
• Privilegia en la práctica deportiva el ambiente de encuentro, que facilita la relación interpersonal con el otro.

Preventivo

Un deporte entendido como prevención:
• Promueve la creación de hábitos de vida saludable, evitando las consecuencias derivadas de la falta de higiene, del sedentarismo, del consumo de sustancias nocivas para la salud y de la utilización desenfocada del tiempo de ocio.
• En este sentido, un deporte preventivo acoge preferentemente a aquellos niños y jóvenes que se hallan en situaciones de riesgo, ya sea por la edad, por la zona en la que conviven, por la situación familiar, por el bajo nivel académico…
• Favorece la autoestima y la visión positiva del propio crecimiento.
• Se convierte en plataforma desde la que promover la calidad de vida.

Lúdico

El Juego es un factor que está presente en la vida de todos en mayor o menor medida y tiende a ser uno de los elementos básicos en el desarrollo y formación de los niños y jóvenes. El deporte, en su dimensión lúdica, aporta la participación de todos, frente a la eliminación o la participación de unos pocos; la ayuda y la cooperación, frente a la rivalidad y la competitividad directa con los demás; y el respeto mutuo frente al rechazo y la discriminación ajena.

La práctica deportiva es juego altamente reglado pero juego en definitiva. En los orígenes del deporte competitivo, siempre ha estado el juego. El deporte salesiano no puede perder esta dimensión lúdica tan presente en la pedagogía de D. Bosco, sin despreciar la competitividad en su justa medida, tal como podemos recordar en la escena de su encuentro con el saltimbanqui .

Así un deporte entendido en su dimensión lúdica:
• Busca compartir con los componentes del grupo algo más que la actividad física competitiva, favoreciendo el buen ambiente y las relaciones personales.
• Sabe tratar con equilibrio las situaciones de éxito y de fracaso en torno a los resultados.
• Integra en los mismos objetivos a todos los miembros del grupo, incluso a los menos dotados.
• Posibilita la participación de los jóvenes tal y como son en la realidad, exteriorizando sus cualidades y defectos de forma espontánea.

Integrado en un proyecto educativo

El deporte educativo salesiano se encuentra integrado en un proyecto educativo amplio en el que interviene un equipo de personas que miran a objetivos comunes.

En este sentido existen diversos niveles de concreción hasta llegar a la propuesta educativa del deporte. El ideario de la obra en la que se desarrolla la práctica deportiva y el proyecto educativo pastoral son marcos de referencia de los que se ha de alimentar cualquier organización deportiva en el ámbito salesiano. Saber dar al deporte el lugar que le corresponde contribuye a que toda la comunidad educativo-pastoral lo sienta como suyo. Las condiciones siguientes contribuyen a ello;
• Que esté integrado en un proyecto educativo global.
• Que acepte y promueva las directrices del Proyecto Educativo Pastoral Salesiano.
• Inserto en los límites espacio-temporales que le son propios, a tenor de las necesidades y posibilidades de los destinatarios y de la obra salesiana.
• Que opte por el estilo específico de la animación y del sistema preventivo.
• Que sea capaz de responder a las necesidades profundas y de crecimiento que tienen los niños y jóvenes, no sólo en el aspecto físico o en la mera competición.
• Que considere al deporte como plataforma de acercamiento a jóvenes en situaciones de riesgo social que no se insertan en otro tipo de estructuras pastorales.

Flexible, creativo y gradual

El deporte educativo salesiano, para que contribuya verdaderamente al crecimiento integral, no se ciñe únicamente a las exigencias de la competición deportiva, sino que se torna gradual y flexible. Para ello tiene en cuenta las siguientes características;
• Se adapta a las circunstancias personales y psicosociales de los participantes.
• Atiende a la Teoría del Entrenamiento y la evolución de las capacidades físicas emanada del deporte base y deporte para todos. Tiene en cuenta así, la madurez psicomotriz de cada una de las etapas de crecimiento, dosificando en su justa medida la frecuencia y la carga de entrenamiento.
• Respeta los periodos vacacionales propios de la edad del deportista y de su necesidad de compartir su tiempo libre con familiares, amigos y con otras intervenciones educativas.
• Está abierto a nuevas experiencias que no se limitan al campo de juego, sino que propone otras intervenciones educativas colaterales encaminadas a facilitar una educación integral.

Estructurado y organizado

El deporte, como sucede en cualquier proceso educativo, debe ser abordado desde una planificación:
• Que incluye en el proyecto educativo a todos los miembros implicados en el entorno educativo del deportista: animadores deportivos, colaboradores, deportistas, padres, tutores …
• Que programa y evalúa haciendo un análisis previo de la realidad, acerca de las características de los destinatarios, sus necesidades, los recursos humanos y los medios materiales necesarios para llevar a cabo la actividad deportiva
• Que se relaciona con otras entidades deportivas, ya sean públicas o privadas, con quienes colabora y a las que ofrece sus intuiciones y logros.
• Que cuida la idoneidad del espacio físico donde se desarrolla la actividad deportiva.
• Que garantiza la cobertura legal de cuantos intervienen en él, frente a posibles riesgos o accidentes inherentes a la misma actividad deportiva.

Con dimensión pastoral

El Sistema Preventivo, como expresión de la caridad pastoral, es una propuesta original de evangelización que se comienza encontrándose con los jóvenes donde ellos están, y en aquello que les gusta. El binomio “educar evangelizando y evangelizar educando”, tiene también en el deporte educativo su aplicación.
Para que esto sea posible, el animador deportivo subraya los factores:
• Que facilitan el desarrollo total de la persona, tanto en su aspecto individual como comunitario.
• Que promueven el desarrollo de los recursos positivos que tienen los jóvenes deportistas.
• Que generan la propuesta y asimilación de actitudes y valores auténticamente humanos.
• Que favorecen una visión cristiana de la vida, abierta a los valores evangélicos.
• Que propone una forma peculiar de vida cristiana y de santidad juvenil.

IV. PERFIL DEL ANIMADOR DEPORTIVO

Uno de los elementos clave de esta propuesta es el Animador Deportivo Salesiano. Se proponen a continuación algunos de los rasgos que se consideran necesarios para desarrollar esta tarea educativa. Están agrupados en dos grandes bloques, teniendo en cuenta el “SER” del ANIMADOR DEPORTIVO y sul “SABER” y “HACER”.

1. El “SER” del ANIMADOR DEPORTIVO:
• Los animadores deportivos, ya sean adultos o jóvenes, responden a una vocación que les lleva a estar entre los jóvenes, dedicarles tiempo, compartir y apreciar lo que les gusta y favorecer que cada cual pueda madurar según su propio ritmo.
• Se sienten parte de un Proyecto Educativo-Pastoral más amplio. Son miembros activos de la Comunidad Educativa, conociendo, asumiendo y llevando a cabo las líneas maestras del Carácter Propio y de la Propuesta educativa del deporte salesiano.
• Viven y comparten la Espiritualidad Juvenil Salesiana. Se saben transmisores de sus valores a través del deporte, y por ello cuidan su testimonio cristiano con respeto y tolerancia hacia otros modos de vivir y expresar la fe.
• Sitúan al joven en el centro de la acción, lo hacen protagonista de su propio crecimiento y maduración, propician experiencias positivas que sean conformadoras de la personalidad del joven. Por este motivo, la competición y los resultados no los colocan como principal objetivo en su tarea, sino como un elemento más en el proceso de aprendizaje.
• El animador deportivo deberá estar atento a las realidades y necesidades de su entorno próximo y a las incidencias relacionadas con el mundo deportivo que aparecen en los medios de comunicación; se adelanta, con sentido crítico, a las posibles aplicaciones educativas que puedan derivarse de las mismas.

2. El “SABER” Y EL “HACER” del ANIMADOR DEPORTIVO
• El animador deportivo deberá poseer un nivel de formación inicial y la capacitación mínima para poder llevar a cabo su labor educativa deportiva, y que ésta sea de calidad y responda a las expectativas del resto de educadores y de los jóvenes.
• El animador deportivo trabaja en equipo, tanto a nivel local como a nivel Inspectorial, buscando objetivos comunes y enmarcados en un Proyecto Educativo-Pastoral conocido y asumido. Este trabajo en equipo engloba acciones de programación, evaluación de la acción educativa y toma de decisiones de mejora.
• El animador deportivo deberá programar a largo y corto plazo los objetivos y contenidos específicos a desarrollar con los niños y jóvenes que se les ha encomendado.
• Cuida la Formación Permanente en los campos relacionados con su tarea, – dinámica de grupos, resolución de conflictos, habilidades sociales – asistiendo a las actividades formativas organizadas a nivel local e Inspectorial, trabajando y conociendo otras realidades.

Con una adecuada formación y un acompañamiento personal a su medida, los animadores deportivos serán, a su vez, buenos educadores y evangelizadores de nuestro propio Proyecto Educativo-Pastoral.

V. AMBIENTES DE ACTUACIÓN

En nuestra sociedad compleja y pluralista surgen continuamente nuevos lugares de educación de la juventud, con modelos y estilos de vida que atraen a muchos jóvenes. La Pastoral juvenil salesiana resalta el camino de la educación para conducir a la persona a la escucha y acogida del Evangelio, y concreta este camino en las diversas propuestas educativas salesianas con el estilo de la animación, en nuestro caso, en la animación deportiva.

La animación deportiva es una realidad inserta en la Pastoral Juvenil que se hace presente en cualquiera de los ámbitos de la misión salesiana. En todos ellos se puede, desde la animación deportiva, trabajar en clave educativo – pastoral y responder a las necesidades de los jóvenes, de la propia obra y del entorno.

La animación deportiva salesiana está integrada en un proyecto común, que busca la convergencia de intervenciones educativas. De este modo se supera el riesgo de una pastoral sectorial, en la que el deporte educativo no tiene ningún nexo de unión con el resto de la comunidad educativo – pastoral.

A continuación, señalamos los diversos ámbitos de actuación en los que la animación deportiva ha de convertirse en instrumento educativo, bien como presencia específica, con estructuras expresamente deportivas, bien como presencia en los ambientes salesianos ya tradicionales. En todos ellos, la organización del deporte educativo salesiano dependerá siempre de la titularidad que garantiza, en todo caso, la puesta en práctica de la Propuesta Educativo – Pastoral del Deporte Salesiano.

a) Entidades específicamente deportivas: el club o asociación deportiva

Es la entidad que, por sus características específicamente deportivas y sus objetivos tradicionalmente ligados al deporte de competición, merece mayor atención de la propuesta educativa.
• El club deportivo, integrado en una obra salesiana, ha de diferenciar de forma muy clara la competición formativa de lo que supone la competición con el único propósito de ganar o de ascender de categoría.
• La seriedad, sistematicidad y metodología en el trabajo no están reñidos con la conciencia de que se trabaja con niños y jóvenes y que el deporte no deja de ser un juego a su servicio.
• Consciente de la enorme influencia que ejerce el ambiente familiar y la figura de sus padres y entrenadores, orienta los esfuerzos en el proceso de formación de sus deportistas, no sólo hacia éstos, sino también hacia sus padres y personas más significativas.

Se ha de cuidar en todos los ambientes integrados en nuestras obras:
• La elaboración de un Proyecto Educativo Pastoral, que tenga en cuenta las orientaciones del Proyecto Educativo – Pastoral de la Inspectoría, y cuyos objetivos y criterios educativos estén por encima de los estrictamente competitivos.
• El conocimiento y la divulgación de la Propuesta Educativa del deporte salesiano entre todos sus miembros.
• La presencia en el Consejo Educativo Pastoral de la Obra.
• La pertenencia de los animadores deportivos al Movimiento Juvenil Salesiano.
• La cobertura legal para las instalaciones, los animadores deportivos, los deportistas y eventos deportivos.

b) La práctica deportiva en ambientes salesianos

Escuela:

Desde el marco escolar, el deporte puede alcanzar su máxima expresión educativa. Se ha de poner especial atención en cuidar la coordinación entre los educadores que desarrollan su tarea en este ambiente y los que lo hacen desde organizaciones deportivas extraescolares.

La plataforma escolar puede ser idónea para garantizar la continuidad entre la labor educativa del profesional de la educación física, y del monitor que comparte también con los niños y jóvenes gran cantidad de horas, en horario no lectivo, pero en el mismo espacio físico. Son muchos los ejes transversales que se trabajan en la escuela y que se pueden abordar desde el deporte extraescolar: Educación ambiental, Educación para la paz, Educación del consumidor, Educación para la igualdad, Educación vial y Educación para la salud.

Oratorio-Centro Juvenil:

Los Oratorios y Centros Juveniles salesianos son ambientes que reúnen las condiciones que favorecen el crecimiento integral de los jóvenes. El cuidado del buen ambiente, los grupos de la más diversa índole, la relación personal, la participación y el protagonismo de los jóvenes los hacen idóneos para la práctica deportiva.

Es necesario estar atentos a la plena integración en estas características de cualquier organización deportiva que nazca del seno mismo de estos ambientes, o que solicite su integración. En ambos casos asume por tanto su propuesta educativa específica.

Parroquia:

El deporte promovido desde la parroquia no sólo alcanza sentido en si mismo, sino como reclamo para el mundo juvenil. Con un adecuado acompañamiento, se convierte en cauce para convocar y comprometer a la juventud en la vida parroquial.

Plataformas sociales

En las plataformas sociales, el deporte es un medio extraordinario para el trabajo de prevención en la calle. Un campo de prevención abierto, con programas de educación deportiva, de integración y de uso positivo del tiempo libre. Al mismo tiempo, da cauce a la integración del deporte y voluntariado social, (no está claro esto, redactarlo de nuevo) abriendo así nuevas perspectivas al trabajo “de campo” con jóvenes en dificultad.

VI. ORGANIZACIÓN DEL DEPORTE SALESIANO

1. ÁMBITO LOCAL

En el ámbito local el deporte está integrado en el Proyecto Educativo – Pastoral de la Comunidad Educativa Local. Está animado por una persona coordinadora de deportes, que concierta toda la actividad deportiva de la obra. Trabaja en relación estrecha con el coordinador de Pastoral de la obra, y forma parte del equipo de Pastoral de la misma.

La comunidad educativa local garantiza el apoyo de todos los educadores a las distintas actividades deportivas y se preocupa de la formación y del seguimiento de los animadores deportivos. También garantiza que en los estatutos de los clubes o asociaciones deportivas locales se incluya la obligación de conocer y divulgar entre todos sus miembros la Propuesta Educativa del Deporte Salesiano.

En las Obras en las que la organización deportiva sea compleja, funcionará la Comisión Local de Deporte Educativo, integrada por los responsables de cada uno de los clubes, modalidades o sectores deportivos.

Dicha comisión es la responsable de que todos los sectores deportivos estén coordinados en los objetivos por cumplir cada temporada, en el seguimiento de la Propuesta Educativa del Deporte Salesiano, en el uso de horarios e instalaciones, encuentros conjuntos…

2. ÁMBITO INSPECTORIAL

La animación deportiva en el ámbito inspectorial depende directamente de la Delegación Inspectorial de Pastoral Juvenil. Dicha delegación contará a su vez con un coordinador inspectorial del deporte educativo, que será el responsable de la comisión que lleva el mismo nombre.

La comisión Inspectorial de Deporte Educativo estará formada por cada uno de los coordinadores locales de deporte. Son funciones de esta comisión:
– Garantizar la formación técnica, deportiva y salesiana de los monitores, entrenadores y animadores deportivos.
– Organizar los encuentros deportivos a nivel inspectorial, garantizando que respondan al estilo, normativa y filosofía emanados de la propuesta Educativa del Deporte Salesiano.
– Trabajar por el sentido de pertenencia de los animadores deportivos al Movimiento Juvenil Salesiano.
– Llevar a cabo las iniciativas que surjan de la propia comisión encaminadas a promover la dimensión educativa y formativa del deporte.

3. ÁMBITO NACIONAL

La animación deportiva en el ámbito nacional depende directamente de la Delegación o Coordinadora Nacional de Pastoral Juvenil. Dicha delegación contará a su vez con un coordinador nacional que convoca, organiza y preside la Comisión Nacional de Deporte Educativo.
Esta Comisión estará formada:
– por la persona coordinadora Nacional del Deporte Educativo
– por cada uno de los coordinadores inspectoriales de deporte
– por uno de los delegados o coordinadoras Inspectoriales para la Pastoral Juvenil

Las funciones de esta Comisión nacional son:
– Garantizar la formación técnica, deportiva y salesiana de los Coordinadores y dirigentes deportivos que trabajan en las inspectorías.
– Coordinar la participación en los encuentros deportivos de ámbito nacional o internacional, garantizando que respondan al estilo, normativa y filosofía emanados de la propuesta Educativa del Deporte Salesiano.
– Promover la conexión y la participación en el ente Deportivo Salesiano Internacional (PGS – I)
– Trabajar por el sentido de pertenencia de los animadores deportivos al Movimiento Juvenil Salesiano.
– Llevar a cabo las iniciativas encaminadas a promover la dimensión educativa y formativa del deporte que surjan de la propia comisión.


INDICE

INTRODUCCIÓN

1. EL DEPORTE EN LA SOCIEDAD ACTUAL
1.1. Protagonismo del deporte en la sociedad actual
1.2. Valores de la práctica deportiva
1.3. Primacía del valor competitivo
1.4. Espectáculo de masas
1.5. Ocupación adecuada del tiempo libre
1.6. El deporte para las poblaciones con riesgo de exclusión social
1.7. El deporte en el ámbito académico escolar

2. EL DEPORTE Y EL JUEGO EN LA PRAXIS SALESIANA

3. CARACTERÍSTICAS DEL DEPORTE EDUCATIVO SALESIANO
3.1. Popular, alejado del elitismo
3.2. Humanizador
3.3. Preventivo
3.4. Lúdico
3.5. Integrado en un proyecto educativo
3.6. Flexible, creativo y gradual
3.7. Estructurado y organizado
3.8. Con dimensión pastoral

4. PERFIL DEL ANIMADOR DEPORTIVO
4.1. El “ser” del animador deportivo
4.2. El “saber” y el “hacer” del animador deportivo

5. AMBIENTES DE ACTUACIÓN
5.1. Entidades específicamente deportivas: el club o asociación deportiva
5.2. La práctica deportiva en ambientes salesianos
o Escuela
o Oratorio-Centro Juvenil
o Parroquia
o Plataformas sociales

6. ORGANIZACIÓN DEL DEPORTE SALESIANO
6.1. Ámbito local
6.2. Ámbito inspectorial
6.3. Ámbito nacional

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